- Rocío Moreno
Creo reconocer muchos de estos sentimientos en conflictos ajenos que, llevados a una escala macro, tienen la potencia destructiva de arrasar con lo que encuentren a su paso, plagar la atmósfera de pigmento rojo y cargar el ambiente de una densidad irrespirable. Nos pertenecen no solo por ponerles el cuerpo y anidarlos, sino también porque en recurrentes ocasiones nos los han impuesto durante períodos represivos y autoritarios en nuestra historia, cuando las sociedades se vuelcan al conservadurismo más feroz y terminamos por tomar la crueldad como bandera. Son ellos los disparadores para que la infamia supure.